¿Cuáles son los síntomas de la Fibrosis Quística?

Los padres generalmente son los que le dan la primera pista al doctor al notar que el sudor del bebé, niño o niña sabe salado cuando se le da un beso, y la piel con un olor diferente a la normal cuando se seca. Otros de los síntomas incluyen:

  • Tos persistente, a veces puede ser tan fuerte que interfiere con el sueño o la comida. Vómitos pueden seguir un ataque de tos.
  • Un silbido cuando se respira, que muchas veces se confunde con asma.
  • Infecciones pulmonares frecuentes, como neumonía y bronquitis
  • Falta de crecimiento o aumento de peso a pesar de tener un gran apetito
  • Deposiciones frecuentes con muy mal olor.
  • Un abdomen distendido. Si este es el único síntoma, es poco probable que sea FQ, ya que este síntoma es bastante frecuente en niños pequeños.
  • Algunos niños tienen un prolapso rectal debido al gran movimiento intestinal. Dolor abdominal es bastante frecuente debido a la acumulación de gases como resultado de la acumulación de comida que no se digirió por completo.

 

La Fibrosis Quística no siempre se reconoce en niños pequeños - a veces porque los síntomas no son muy obvios al inicio, o talvez porque las dificultades para respirar, la diarrea crónica y otros síntomas son atribuidos a otras causas y se produce un mal diagnóstico.

Una característica muy fácil de reconocer durante los primeros días de vida, es el ileo meconial, una obstrucción intestinal que ocurre cuando se bloquea el intestino con meconio (las primeras deposiciones) anormalmente espeso. Se hincha el abdomen y se produce una inhabilidad para movilizar el intestino. Muchos de los casos se pueden resolver con terapia, aunque en algunos casos más complicados cirugía puede ser necesaria.